Sábado, Noviembre 23, 2024

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Texto de la conferencia en ACNU de copresidenta del MINH Wilma Reverón Collazo

wilma y edwin

Wilma E. Reverón Collazo, copresidenta del MINH y Edwin González,
encargado de la Misión de Puerto Rico en Cuba Juan Mari Brás.

 

PUERTO RICO: CRISIS Y OPORTUNIDADES

LO SOCIAL:

La pregunta que debe estar en la mente de todos ustedes es: ¿Cómo está Puerto Rico hoy? Según el coeficiente Gini, Puerto Rico es hoy el tercer país más desigual entre los 101 países que publicaron sus datos entre el 2013 a 2017, según surge del estudio del Centro de Información Censal (CIC) de la Universidad de Puerto Rico en Cayey. Las diferencias sociales entre las familias en Puerto Rico fueron mayores que para cualquier país en las Américas que publican datos en el Banco Mundial. Para el 2013, Puerto Rico había llegado a ser uno de los cinco países con más desigualdad de ingresos del mundo junto con Zambia, Honduras, Sur África y Namibia.[1] Estos datos anteceden al paso de los huracanes Irma y María.

 

 

Esta realidad se ha agravado, según surge de los datos sobre pobreza en Puerto Rico informados en el Censo Gaither 2018, tras el paso de los huracanes Irma y María, la pobreza en Puerto Rico incrementó de un 45% a un 60%.

 

Los índices de Desarrollo Juvenil asimismo informan que del 60% que vive bajo niveles de pobreza, el 58% corresponde a menores de edad, niños y adolescentes. La situación de la niñez y los jóvenes en marginalidad se profundiza aún más tras el cierre de alrededor de 400 escuelas y con índices de deserción escolar de 50%.

 

A lo anterior se suman los niveles de criminalidad, que alcanza 21 asesinatos de cada 100 mil habitantes; el tráfico de drogas donde se estima la existencia de 1,600 puntos de drogas y delitos contra la propiedad. La inseguridad ciudadana es una de las preocupaciones principales de los puertorriqueños.

 

El desempleo impacta de manera muy particular a los jóvenes. De acuerdo al Informe Sobre Desarrollo Humano, Puerto Rico 2016, 1,566, 571 personas de 16 años o mas están fuera de la fuerza laboral (53.4%).

 

Los anteriores índices nos ayudan a comprender el fenómeno de la emigración de puertorriqueños a EEUU. Según la Demógrafa Judith Rodríguez, tras el paso del Huracán María, a Florida llegaron 283,000 puertorriqueños.[2] Pero el Puerto Rico Community Survey del Censo de Estados Unidos calculó la emigración para el 2017 en 97,000 personas.[3] Al momento no existen números que puedan estimar con certeza, cuántos de estos han regresado, ni cuál es finalmente la población que vive en Puerto Rico. Se estima en unos 3.1 millones de personas.

 

Los indicadores económicos de Puerto Rico explican las deficiencias sociales. Se estima que unos 300,000 mil trabajadores en Puerto Rico reciben un ingreso de salario mínimo federal ($7.25 la hora), siendo mayoritariamente los jóvenes, las mujeres, las personas de tercera edad y las de menor nivel de educación.[4] Estos trabajadores ven su capacidad económica reducida aún más ante la reducción de servicios públicos resultante de las medidas de austeridad que impone la Junta de Supervisión Fiscal en los presupuestos del Gobierno de Puerto Rico. En muchos casos dichas medidas han sido iniciativas del propio gobierno de Puerto Rico, como son la reducción de beneficios laborales de los empleados públicos. "Las medidas que ha impulsado la Junta a través de un programa de austeridad no solo impactan la capacidad de Puerto Rico de crecimiento, sino que tienen costos sociales e institucionales significativos", señaló Estudios Técnicos.[5]

 

La crisis fiscal no cede. Puerto Rico continúa con índices negativos de crecimiento, aunque se proyecta un crecimiento positivo de un 5% como resultado del desembolso de fondos federales para la reconstrucción del programa Community Development Block Grant (CDBG), de $1,500 millones en una primera etapa y de $8,200 millones en una segunda etapa. Pero, señala Estudios Técnicos, que sobre estos pagos "existe un alto nivel de incertidumbre en cuanto a cantidad y el tiempo en que se desembolsarán". La continua pérdida de población, que se estimó entonces se reduciría a 3 millones para el 2015, la incertidumbre sobre la asignación de $4,800 millones para el programa de salud que vencen en septiembre de 2019, cuyo impacto se sentiría en 2020 al no ser renovados y la reciente pérdida en marzo de 2019 de $100 millones de dólares mensuales del Programa de Asistencia Nutricional, ensombrecen la capacidad de recuperación económica de Puerto Rico.

 

A lo anterior se suman los planes de reestructuración de la deuda de $72 mil millones que por decisión del Tribunal de Estados Unidos en Puerto Rico en los procedimientos de quiebra bajo el Título III de la Ley PROMESA, ha acordado pagar a los acreedores de lo que se conoce como COFINA el pago de hasta 93 centavos por dólar de deuda a pesar de que la misma fue adquirida por menos de 50 centavos de dólar, comprometiendo el presupuesto de Puerto Rico por los próximos 40 años.

 

LO POLÍTICO:


Ante las dificultades sociales y económicas, ¿cuál ha sido la respuesta del pueblo progresista de Puerto Rico? Comienzo por señalar que no existe en Puerto Rico una respuesta efectiva y articulada de los sectores progresistas que pueda detener o de alguna manera aminorar el impacto que la situación está teniendo sobre el pueblo. El partido principal de oposición al gobernante Partido Nuevo Progresista (PNP), que es el Partido Popular Democrático (PPD), no ha sido capaz de fungir como una oposición a tomarse en cuenta. De hecho, el PNP ha continuado por el camino del neoliberalismo rampante, no pocas veces con ayuda del PPD, que cuenta entre sus dirigentes fieles creyentes de la privatización de utilidades públicas, como la energía eléctrica. El PPD está dividido ideológicamente entre aquellos que insisten en defender el cadáver del Estado Libre Asociado y aquellos sectores que apoyan un acuerdo soberano con EEUU como la libre asociación. En estos momentos se libra una batalla interna en el PPD ante el lanzamiento de la candidatura a la gobernación de la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz. La derecha colonialista del PPD ha prometido utilizar todos los recursos a su alcance para evitar que esta prevalezca en la primaria interna para convertirse oficialmente en la candidata del PPD para la gobernación. Tendrá qie enfrentarse en primaria a candidatos de extrema derecha que cuentan con el apoyo de la maquinaria tradicional y neoliberal del PPD, liderada por el exgobernador Rafael Hernández Colón. Este sector dice que prefieren perder la gobernación antes que Yulín salga electa gobernadora.

 

La decisión de la alcaldesa de lanzar su candidatura a la gobernación por el PPD cogió por sorpresa a muchos. Por un lado se especulaba que debido a su protagonismo dentro de la política estadounidense como crítica del presidente Trump por su manejo de la crisis tras el paso de los huracanes, esta aspiraría a una candidatura a la Comisaría Residente en el Congreso de EEUU. Además, se especulaba si correría bajo el PPD o si sería parte de la formación de un nuevo proyecto político.

 

En el sector de la izquierda, tras más de un año de conversaciones entre organizaciones como el Movimiento Independentista Nacional Hostosiano (MINH), el Movimiento Unión Soberanista (MUS), el Partido del Pueblo Trabajador (PPT), VAMOS y personas de sectores sindicales, profesionales y sociales, han surgido dos proyectos políticos. Uno no electoral que se denomina Soberanía Ahora, como proyecto educativo que prioriza en la formación de una base de pueblo en apoyo de la soberanía política y un proyecto electoral que se denomina Movimiento Victoria Ciudadana (MVC). En este último proyecto coinciden todas las organizaciones políticas antes mencionadas con la que fuera candidata independiente a la gobernación, Alaxandra Lúgaro y dos exmiembros del PPD, el representante Manuel Natal y el analista político y profesor, Néstor Duprey. Este movimiento puede considerarse como de centro izquierda y coincide en su programa político con las propuestas históricas del MINH, PIP, MUS y PPT, como lo son el seguro de salud universal, la defensa de la educación pública gratuita, la defensa de la universidad del estado, la lucha contra la corrupción. Lo que lo diferencia es su reconocimiento de la estadidad como opción descolonizadora conjuntamente con la independencia y la libre asociación. Sobre este último punto el MINH ha expresado su reserva.

 

El Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), ha sido invitado a participar en estos diálogos, lo cual ha declinado. Hasta el momento se anticipa que el PIP participará solo con su partido y sus candidatos en las elecciones. Habrá que ver que efecto podría tener el MVC ya que estarían disputándose el apoyo de sectores independentistas. La situación se complica por el hecho de que la Ley Electoral de Puerto Rico prohíbe las alianzas. Sin embargo, no hay impedimento de que si el MVC decide no postular candidatos a posiciones como la gobernación y la comisaría residente, y que al final se pueda llegar acuerdos con el PIP para esas posiciones. MVC podría, más bien debería, concentrar sus esfuerzos en elegir legisladores ya que ahí podrían ser la ficha de tranque en la aprobación de legislación antiobrera y contraria a los intereses del pueblo y en los nombramientos al gabinete del ejecutivo y las posiciones en la judicatura.

 

El MINH por su parte seguirá trabajando en el objetivo principal de nuestra organización que es la independencia de Puerto Rico, a la vez que apoyamos los esfuerzos de lograr la creación de un proyecto electoral que desde alianzas amplias pueda asestarle un golpe al bipartidismo, ser oposición vigilante en la formulación de políticas públicas que atenten contra los intereses del pueblo, fiscalizar los destinos de los fondos del pueblo de Puerto Rico denunciando la corrupción rampante que hoy nos afecta y ser la voz de las grandes mayorías de Puerto Rico.

 

Pero lo electoral a fin de cuentas es un día cada cuatro años. En Puerto Rico se continúan día a día las luchas del pueblo en la defensa de sus derechos laborales, en especial el magisterio que ha sido tan duramente impactado por las políticas de austeridad; la lucha en defensa del medio ambiente, como es la lucha contra las carboneras; la lucha en defensa de el patrimonio nacional como son las playas, obteniendo una victoria después de 10 años de detener la adquisición por parte de la cadena de hoteles Marriot, de lo que se conoce como el Bosque Playa del Pueblo en Isla Verde y que finalmente se declara como patrimonio del pueblo; la defensa de los derechos de la mujer a tener la libertad de elección en un embarazo; la lucha de las comunidades LGBTQ contra la práctica medieval de las terapias de conversión para cambiar la orientación sexual de forma forzada; la lucha por la auditoría de la deuda; los esfuerzos por producir alimentos en Puerto Rico que puedan garantizar al pueblo su soberanía alimentaria; la lucha contra las Leyes de Cabotajes; y la lucha contra la Ley PROMESA y la Junta de Control Fiscal que es la prioridad en la centenaria lucha por la descolonización de Puerto Rico.

 

EN EL PLANO INTERNACIONAL


El MINH continúa caminando por el sendero que con tanta visión profética nos señalara el maestro Juan Mari Brás. Con el apoyo y la solidaridad inamovible de los gobiernos y los pueblos de Cuba y Venezuela, mantenemos los logros alcanzados a nivel internacional en la ONU con la aprobación anual en el Comité de Descolonización de una resolución denunciando el colonialismo en Puerto Rico y urgiendo a EEUU a promover un proceso de descolonización. Ya son 37 las resoluciones aprobadas por el Comité Especial de Descolonización. El próximo 24 de junio se celebrará la vista anual sobre el caso de Puerto Rico.

 

Asimismo, seguimos activamente participando en el Movimiento de Países No Alineados donde tenemos estatus de observador como Movimiento de Liberación Nacional.

 

Pero todos en este salón conocen de primera mano cuál es la situación internacional que vivimos y el poderoso enemigo que todos enfrentamos. Para Puerto Rico la resistencia de la Revolución Bolivariana y lograr derrotar la agresión del imperio de EEUU, no es solo un deber moral de defensa de un pueblo hermano, es además estratégicamente importante. El triunfo de la Revolución Bolivariana, así como lo fue en su momento el triunfo de la Revolución Cubana, es imprescindible para nuestras aspiraciones de libertad y la derrota del colonialismo. Los puertorriqueños no podemos descansar en la defensa de estos dos pilares de la soberanía de toda la América Latina y el Caribe.

 

Aunque son momentos difíciles para todos, nos mantenemos en unidad y resistencia y sobre todo en la convicción que más temprano que tarde los pueblos que han libado de la libertad, de la igualdad y de la justicia, sabrán volver a tomar el sendero que nos lleve a todos y todas a disfrutar de nuestra hermandad y solidaridad sin la sombra del águila imperial rondando sobre nuestras cabezas.

 

 

(Cuba, 10 de abril de 2019)

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[1] Algunos de los datos son tomado del ensayo de Alejandro Torres Rivera ¨Las actuales coordenadas sociales de Puerto Rico.

[2] Primera Hora 01/01/2018.

[3] El Nuevo Día 13/9/2018

[4] Informe, idem

[5] Primera Hora, 12/31/2018


Fundación Juan Mari Brás

 

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