Hace apenas poco más de un mes que indicábamos que la Cámara de Diputados del Congreso de Brasil había votado a favor del inicio de un proceso de residenciamiento (¨impeachment¨) contra la presidenta constitucional, Dilma Rousseff. En Brasil, un país con más de 190 millones de habitantes, la presidenta obtuvo en las últimas elecciones el voto de 54 millones de brasileños. Acusada políticamente de corrupción, ha sido separada de su cargo por un término de 180 días.

El ¨impeachment¨ no es un procedimiento criminal ante los tribunales por la comisión de un delito, sino un juicio político. Bajo el ordenamiento vigente en Brasil, una vez la Cámara de Diputados ha votado a favor del inicio del procedimiento de residenciamiento, en este caso con 237 votos a favor y 137 en contra, el asunto pasa a la consideración del Senado donde el proceso de residenciamiento ha sido sostenido. Si el juicio político contra la presidenta Rousseff no se consuma en dicho plazo de 180 días, la mandataria regresaría a sus funciones como presidenta, incluso cuando aún no se haya tomado una determinación final en su caso. Al presente, la representación del PT ha sido exitosa en demorar el ritmo del calendario propuesto para la celebración del juicio político contra la presidenta, lo que no debe interpretarse como que ésta cuente con un voto mayoritario en la comisión que le procesa para salir exitosa del proceso seguido en su contra.

El Vicepresidente Michel Temer del Partido del Movimiento Democrático, se desligó muy temprano en el proceso de la presidenta al declararse ¨independiente¨. El Partido del Movimiento Democrático Brasileño ocupa 68 de los 513 diputados en la Cámara baja del parlamento brasileño.

La presidenta de Brasil ha negado los cargos en su contra, acusando al Vicepresidente Temer de ser unos de los jefes de la conspiración.

La instrucción del caso contra la presidenta, conforme al ordenamiento de Brasil debería estar a cargo de la segunda minoría, que la constituye el Partido de los Trabajadores, que es precisamente el partido al cual pertenece Rousseff. La otra minoría la constituye el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), que es una fuerza política enemiga del Partido de los Trabajadores, que ya ha proclamado que el PT está impedido de tal participación por ser parte interesada en el proceso. Una tercera minoría la conforma el Partido Socialista Brasileño.

Para obtener la destitución de la presidenta Rousseff será necesario dos terceras partes de los votos en el Senado, es decir, 54 votos.

Rousseff ha indicado que no tiene responsabilidad en las imputaciones que se hacen; que su gobierno no es responsable por la situación económica del país; y que lo que se desarrolla contra su gobierno no es otra cosa que un Golpe de Estado parlamentario. Mientras Temer ya ha conformado su gabinete, voces como las de Marina Silva, otra exfuncionaria del gobierno del Partido de los Trabajadores y que fuera candidata opositora de la presidenta en las pasadas elecciones por la Red de Sustentabilidad, llamó a nuevas elecciones. Silva ha señalado que tanto Temer como el presidente del Senado Renan Calheiros y su socio Collor de Mello, están implicados en el llamado ¨escándalo de Petrobras¨. Sin embargo, a diferencia de algunos en Brasil, Silva reclama el apego y respeto a la Constitución en el proceso.

Por su parte, la presidenta Rousseff acusó a Temer de intentar privatizar el petróleo que ha sido descubierto en aguas profundas del Océano Atlántico que corresponden a Brasil y ha acusado también a Temer de intentar con ello restarle recursos al sector educativo del país, ya que parte de las regalías obtenidas de la extracción del petróleo localizado en la plataforma marítima atlántica, iría destinado a la educación.

El Golpe de Estado parlamentario contra la presidenta Rousseff toma como punto de partida el llamado escándalo de Petrobras, que involucra también al expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. A éste se le acusa de haberse lucrado con fondos provenientes de esta empresa durante su campaña electoral, acusación por la cual no se han radicado cargos criminales de naturaleza alguna. Para algunos observadores, se trata de una maniobra para impedir que Lula se postule nuevamente por el PT a la presidencia de Brasil

El 54% de las personas que se manifestaron a favor del residenciamiento de Rousseff, también reclamaban la destitución de Temer. El 79% de ellas consideraban que también debería abrirse un proceso de residenciamiento contra Temer; mientras el 88% consideraba que su gobierno, una vez echada al lado la presidenta Rousseff, sería pésimo. De resultar destituida de su cargo la presidenta de Brasil, y de no ser Temer igualmente destituido, éste último estará al frente del gobierno hasta el 31 de diciembre de 2018. El residenciamiento de Dilma Rousseff, de producirse definitivamente, le incapacitaría para regresar al gobierno como funcionaria electa por espacio de ocho años.

La situación surgida contra la presidenta de Brasil ha sido acogida en América Latina por algunos gobiernos y exfuncionarios ejecutivos de varios países como insostenible; como una operación de Golpe de Estado parlamentario, demandando el cese del proceso contra la presidenta brasileña.

Una figura clave del gobierno interino encabezado por Temer, el senador Romero Juca, ha renunciado a su cargo al darse a conocer las transcripciones de conversaciones donde se le involucra en una conspiración para la destitución de la presidenta Rousseff con la intención de poner fin a una investigación por corrupción en la estaba siendo investigado. Las transcripciones, publicadas por el periódico brasileño Folha de Sao Paulo, documentan una conversación ocurrida en marzo del presente año, semanas antes de que la Cámara de Representantes de Brasil votara a favor de iniciar el juicio político de residenciamiento de la presidenta brasileña. En la transcripción este senador, que bajo el gabinete de Temer se convirtió en Ministro de Presupuesto y Planeamiento, figura conversando con un ejecutivo petrolero de nombre Sergio Machado, donde concurren en la destitución de la presidenta Rousseff como la única vía para detener la investigación por corrupción de ambos en un esquema de lavado de dinero.

En la transcripción se indica que el residenciamiento de Rousseff ¨acabaría con la presión de los medios y otros sectores para continuar la investigación¨; que se había hablado con importantes mandos militares que apoyarían el plan; y que se está pendiente a las reacciones del Movimiento de los trabajadores sin Tierra, que apoyan las políticas del Partido de los Trabajadores (PT).

Otras conversaciones grabadas dadas a conocer también ubica al mismo alto funcionario de Petrobras, Sergio Machado y al Presidente del Senado de Brasil, Renán Calheiros, quien pertenece al Partido do Movimiento Democrático Brasileiro (PMDB) de centro derecha discutiendo también la conveniencia del proceso de residenciamiento contra la presidenta Rousseff.

Mientras el periodista ganador de un premio Pulitzer, Glenn Greenwald, señala que dichas transcripciones ofrecen ¨pruebas¨ contra aquellos que promovían el juicio político contra la presidenta de Brasil, el renunciante exsenador y ex-Ministro Romero Juca, a la vez que dimitía de su cargo, se defendía diciendo que sus palabras habían sido sacadas ¨fuera de contexto¨.

El presidente en funciones de Brasil, Michel Temer, al igual que su actual colega en Argentina, el presidente Mauricio Macri, ya ha comenzado a entregar y ceder a los sectores neoliberales favores. En los pasados días el presidente interino de Brasil reveló la adopción de una serie de medidas económicas de austeridad y presentó una enmienda a la Constitución que limitaría los aumentos en el presupuesto para gasto público, lo que sin duda conlleva la reducción de la inversión social del país en programas para la clase trabajadora y los sectores más menesterosos de Brasil.

Se trata del regreso a viejos tiempos que se pensaba habían sido superados por el pueblo brasileño. Como se expresó el Ministerio de Relaciones Exteriores de la República de Cuba al inicio del proceso contra la presidenta de Brasil, durante los años transcurridos desde el 2003, cuando asumió el poder el Partido de los Trabajadores, 25 millones de brasileños dejaron de vivir en la pobreza. En su declaración el MINREX destacó el papel jugado por este país suramericano como promotor de la integración y unidad latinoamericana y caribeña, y como defensor de las causas justas. Igualmente denunció que tras las maniobras contra el gobierno de Rousseff se encuentra el interés de ¨acabar con las conquistas sociales alcanzadas por el pueblo brasileño, implantar un gobierno neoliberal que permita el saqueo por parte de las grandes empresas transnacionales de las riquezas naturales de este hermano país latinoamericano, en especial sus inmensas reservas de petróleo, minerales, agua y biodiversidad, y subordine su política exterior a los intereses hegemónicos imperialistas.¨

Por su parte, Messilene Gorete, integrante de la dirección nacional del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra de Brasil (MST), señaló en un acto de solidaridad llevado a cabo en Cuba por la Organización de Solidaridad con los Pueblos de África, Asia y América Latina (OSPAAL) como una posible consecuencia de este intento de Golpe de Estado parlamentario, el retorno al clima de terror y violencia que sufrió el país tras el Golpe de Estado militar de 1964, época en la cual la presidenta Rousseff sufrió encarcelamiento y torturas por parte de la Junta Militar instaurada.

En un escrito anterior, citamos las palabras del diputado Jair Bolsonaro, del Partido Social Cristiano, en momentos de la votación en la Cámara de Diputados para promover el residenciamiento de la presidenta de Brasil, dedicando su voto al coronel Brilhante Ustra, torturador de la Dictadura, fallecido el pasado año. En el proceso, Bolsonaro señaló: ¨Perdieron en 1964 y ahora en 2016. Por la familia y la inocencia de los niños que el PT nunca respetó, contra el comunismo y el Foro de San Pablo (en referencia a la estructura que agrupa partidos y organizaciones de izquierda de América Latina y el Caribe), y en memoria del coronel Brilhante Ustra, voto sí.¨

Indicábamos entonces que la experiencia de los pasados años en Honduras con el golpe de Estado a Manuel Zelaya; en Paraguay con el Golpe de Estado parlamentario al gobierno de Fernando Lugo; los intentos de Golpes de Estado contra Hugo Chávez Frías y Nicolás Maduro en la República Bolivariana de Venezuela; el intento de Golpe de Estado contra Evo Morales en Bolivia y contra Rafael Correa en Ecuador; los intentos de desestabilización durante el gobierno de Cristina Fernández en Argentina; por mencionar algunos casos, demuestran que la oligarquía y su proyecto neoliberal, junto con el imperialismo y su proyecto hegemónico sobre América Latina, sigue en pie de manera abierta.

América Latina abriga la esperanza que esta intentona de Golpe de Estado parlamentario fracase y que al final del proceso, quede reivindicado el nombre de la presidenta Dilma Rousseff y que las fuerzas populares en Brasil reviertan esta intentona. Sabemos de las continuas movilizaciones que a diario se desarrollan en Brasil en apoyo a la presidenta Rousseff. Igualmente confiamos, que aún por encima de las críticas a su gobierno, o aún por encima de los errores que puedan ser señalados, la defensa de los intereses del pueblo brasileño estén por encima de las diferencias entre fuerzas que en definitiva, son contrarias al neoliberalismo y al regreso de Brasil a un régimen de gobierno abiertamente de derecha y fascista.

En las pasadas décadas nuestra región experimentó importantes signos de avance en lo político, en lo social y en lo económico. Accedimos a una América Latina y el Caribe más integrados, a proyectos de desarrollo en ésta a partir de las necesidades de sus pueblos, a un mayor ejercicio de soberanía y autodeterminación nacionales, a la entrada en el escenario internacional de nuevas instancias de integración y colaboración regionales. Hoy sin embargo, surgen nuevas amenazas por los mismos viejos actores, aquellos que sostienen el poder del capital financiero a nivel global. Como hemos indicado antes y repetimos una vez más, se necesitarán muchos esfuerzos para resistir y avanzar, pero sobre todo, para triunfar.